La página azul, en mi concepto, acabó o al menos redujo en una significativa cantidad, a la mujer empoderada, aquella que era capaz de su sostenibilidad a través de su nivel competitivo en el mercado laboral.
La página azul, es una proyección al futuro de la prostitución, ahora digitalizada y comercializada a través de la web, pero dependiente, como siempre lo ha sido, de los dineros masculinos a cambio de una dosis de placer.
No es extraño, hoy en día, conseguir desde adolescentes hasta maduras, cuidando su figura y su físico, para promocionarse en las redes sociales, de manera de ganar seguidores y consecuentemente adeptos a sus páginas. Ojo, hoy en día hay muchísima gente cuidando su salud, su cuerpo y su estética, sin que esto de la página azul, deba extrapolarse al general de quienes practican la vida fitness y saludable.
Lo cierto y esto nos devuelve a mi premisa, es que existe una fuerte migración femenina, del terreno laboral y competitivo, hacia la facilidad y comodidad que brindan los ingresos por concepto de prostituirse en las redes, hasta tal punto que el descontrol en las mismas, permite la prostitución infantil, toda vez que es imposible determinar la veracidad de los datos filiatorios de sus usuarios.
En realidad, pienso que esa comodidad y facilidad de generar ingresos, a cualquier nivel y edad, va en contra del desarrollo personal y del empoderamiento femenino, sin menoscabo de la belleza femenina en general, dejando al libre albedrío la conducta y decisiones de cada quien, salvando la crianza, el ejemplo, las doctrinas y leyes hacia las menores de edad.
Ahora, siendo coherente con el presente escrito, cada quien goza de su libre albedrío, de hacer lo que quiera, siempre y cuando no perjudique a sus semejantes. Si usted es administradora o creadora de contenido para adultos y eso la hace sentirse bien, adelante. Si usted es suscriptor de una página de contenido para adultos, dejen sus comentarios y desmientan este escrito.
