sábado, 8 de junio de 2019
La culpa no es de la Gaita.
Si Ricardo Aguirre, el Monumental de la gaita y del Zulia, reviviera hoy, estaríamos a 49 años de aquella pieza inolvidable e inmortal “La Grey Zuliana”. Revivir sería un digno premio celestial a quien en su corta vida (apenas 30 años), brindó y aún brinda tanta alegría al pueblo de Venezuela con sus composiciones y legado.
La gaita, como una expresión cultural autóctona y regionalista, ha sido pilar fundamental de la cultura venezolana y ha dado para la política, la protesta, la religión, la enseñanza, entre otras. No es nuevo ni novedoso el hecho que se tome una composición de gaita zuliana, para expresar descontento hacia el gobierno de turno, así ha sido por décadas y asumo que así debería seguir, solo que el contraste que hoy produce esa pieza de “La Grey Zuliana”, rememora la corrupción pasada y presente de nuestro país, exhibe nuestras riquezas y denota el Estado paternalista y no planificado.
A solo 10 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, régimen dictatorial conocido y recordado por sus innumerables obras y visión de futuro, sin querer dar méritos a su inmensa represión y maldad, ya el Monumental Ricardo Aguirre daba prosa a los males que asechaban la nación y es así como reclamaba, a nombre del Zulia, la ayuda del gobierno de turno.
Madre mía, si el gobierno
no ayuda al pueblo zuliano,
tendreís que meter la mano
y mandarlos pal infierno.
Se puede observar claramente la necesidad de planificar el gasto y mantener el equilibrio entre los ingresos, los impuestos y el resarcimiento en beneficios para el pueblo. Era una sencilla pero coherente solicitud del pueblo a sus gobernantes.
Acabaron con la plata
y se echaron a reír,
pero les puede salir
el tiro por la culata.
La corrupción ya era parte de nuestra cultura, de nuestra idiosincrasia. Ese germen, ese virus que carcome a la sociedad, ha estado presente en varias generaciones y desconozco o no quiero indagar, las razones por la cual no ha sido extinguido.
Maracaibo ha dado tanto
que debiera de tener
carreteras a granel
con morocotas de canto.
Quizá muchos hayan escuchado la grey zuliana, muchos la hayan coreado, cantado y bailado, pero esa estrofa no ha sido analizada y llevada al conocimiento del colectivo. Ricardo Aguirre dio al traste con la Venezuela que siempre hemos tenido, con la realidad de nuestro país. Significar una moneda como la morocota (moneda de oro norteamericana de $ 20), cuyo valor hoy en día es inverosímil al precio del dólar paralelo, y expresar que muchas de nuestras calles deberían ser cubiertas con ellas, haciendo la salvedad de que no deberían estar acostadas para que cubrieran la máxima área, sino dispuestas de canto, solo deja a nuestra imaginación las riquezas que poseemos y que en su gran mayoría han sido despilfarradas y saqueadas.
Si Ricardo Aguirre, el Monumental de la gaita y del Zulia, reviviera hoy, no podría escribir “La Grey Zuliana” en una nueva versión, ni en un homenaje a sus 50 años. Primero porque no comprendería como ese virus de la corrupción hizo metástasis en nuestra sociedad y como se dilapidaron nuestros recursos, segundo porque la dictadura actual no se lo permitiría (Ley RESORTE e intolerancia) y tercero porque la decadencia de los valores harían que no fuese escuchada por no hablar del perreo, del sexo o de las drogas.
Total señores, que el problema es de raíz, que no es asunto de salir hoy de esta dictadura. Debemos exigir a los políticos, una agenda clara y firme que apunte hacia el desarrollo sustentable del país, desde el punto de vista individual, colectivo y social, que obedezca a un plan bien diseñado, coherente y realizable, que se involucre en cada aspecto y que sea objeto de evaluación y control.
Necesitamos de una Contraloría firme, de otro modelo de Estado, de políticas claras y de políticos comprometidos con el país y su desarrollo. Basta de mediocridad y de populismo. Todos queremos salir de la dictadura, pero hasta la fecha no he visto el primer programa de gobierno que apunte hacia la salida de la crisis post-revolución. Bastante falta que nos hace.
Vicente Colmenares.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LA PÁGINA AZUL
La página azul, en mi concepto, acabó o al menos redujo en una significativa cantidad, a la mujer empoderada, aquella que era capaz de su so...
-
Los años sesenta y setenta representaron el nacimiento de un nuevo género musical, el cual llegó a todos los rincones del planeta, Asia, ...
-
El Libro de la Salsa Con toda seguridad, a mis 56 años de edad, puedo hablar libremente, acertadamente e inteligentemente, de mis gust...
-
La página azul, en mi concepto, acabó o al menos redujo en una significativa cantidad, a la mujer empoderada, aquella que era capaz de su so...
No hay comentarios:
Publicar un comentario