sábado, 8 de junio de 2019
Nuestra verdadera crisis
En Venezuela y porque no ampliarlo, en el mundo, el panorama político-económico interno, luce cada vez peor.
Era predecible y hasta cierto punto sencillo, avizorar el futuro inmediato del país, sumido en una crisis de liderazgo, por un bando y otro, en una espiral inflacionaria sin control y ante una dirigencia de gobierno, la cual su única salida, es permanecer en el poder bajo cualquier circunstancia.
Opiniones sobraron, alertas sonaron, escritos y verdades quedaron, pero la sordera política pudo más que la urgente necesidad de convocar a una verdadera UNIDAD NACIONAL y ahora volvemos a morder el polvo. Ya lo anunciaba en mi escrito del 15 de Agosto de 2017, titulado Solo buscamos la Unidad Política, en donde refería lo siguiente:
“Si los políticos no escuchan, si los “radicales” no atienden, si los sentimientos se apoderan del electorado y si dejan que sus intereses particulares sean mayores y manipulados por los expertos en la materia (Cubanistoides baratos), estaremos condenados a muchos años de Dictadura, y la MUD, al igual que la Coordinadora Democrática, tan solo pasará a la historia como otro error o fracaso de la oposición política venezolana.
Mientras la MUD y el resto de los políticos que adversan a la Dictadura, sigan pensando que el enemigo está de este lado y no haya quien medie entre ellos, quien tome el liderazgo o la Dirección del Debate, será mucho el daño que le causen al país, porque no se trata de ver quien produce más Andrógenos, sino quien al final va a hacer que el venezolano produzca menos endorfinas. Se trata de un objetivo común, el cual incluye hasta los rojos, se trata de LIBERTAD, de salir de la Dictadura, de acabar con el Estado Fallido, de correr a los cubanos, de salir de los terroristas, de acabar con el narcorégimen, en fin, de regresar a la Venezuela prospera. Pero esto no será posible sin una buena comunicación entre aliados, salvo que ocurra un milagro y considero que a los milagros hay que llamarlos y desearlos, bien dice el proverbio popular, anclado a Dios: Ayúdate que yo te ayudaré.”
Creo que pasamos por la encrucijada y ni siquiera vimos el aviso, ahora nuestras opciones son variadas. Primero, seguimos como un grupo de elefantes en estampida, sin rumbo, sin líder, sin objetivo y sin control; segundo, recapacitamos sobre la UNIDAD, pero esta vez entendiendo lo que muchos han escrito, sobre el anteponer el bienestar y el objetivo común, ante lo particular; tercero, seguimos en la vía democrática, denunciando la DICTADURA; cuarto, nos comemos la luz, la flecha, el engramado y nos enfilamos como uno solo hacia la recuperación del país.
En fin, para no desviar la lectura, estas opciones, sea cual fuere, solo nos llevaría a resolver una pequeña parte del problema. La primera parte es la política, la cual se percibe como traumática y compleja, pero que al cambiar el modelo y quienes lo dirigen, da paso acelerado a la solución, independientemente de que Gobernadores, Alcaldes, Poderes, permanezcan en las manos de los rojos. Este “traumático y complejo problema”, entraría en una etapa de reacomodo y se solventaría lo político. La segunda parte es la económica, la cual nos ha llevado al desastre actual, gente comiendo de la basura, gente que no tiene que comer, sin medicinas, sin acceso a los servicios básicos y paren de contar, no obstante, con ese cambio de gobierno, llegaría en paralelo toda una caravana de auxilios, financieros, médicos, alimentarios, de vestido, créditos, maquinarías, semillas, entre muchos otros, que reactivarían el aparato productivo, por lo cual el problema económico amainaría de forma gradual y acelerada. Hasta aquí vamos viento en popa, pero es que estas dos causales, en mi modesto parecer, solo darían solución a una ínfima proporción de nuestro gran problema, hasta ahora no hemos hablado del verdadero mal que aqueja y aquejará a Venezuela por muchas décadas y el cual será digno de estudios serios y ambiciosos para su erradicación. Se trata del problema social.
Hasta hace unos años, los venezolanos nos creíamos la tapa del frasco, la última gota de agua, lo mejor de lo mejor, denigrábamos hasta de los gringos, porque en Miami todo era barato y había “el billete” para comprar por docenas. Luego del famoso viernes negro, hizo falta la educación de la población y de los gobiernos que sucedieron a este sacudón económico y en lugar de mejorar como pueblo, fuimos cayendo en un letargo y los gobernantes sencillamente se llenaron sus bolsillos, haciendo negocios y robando. Aquí nace la etapa de ver y callar que nos ha caracterizado. Con la llegada de la revolución, la crisis social, lejos de lo que muchos predican, fue en aumento. Las regalías a esos sectores humildes, la formación política de esos estratos sociales, solo evidenció la ruptura entre clases y promovió el odio en la población.
A casi dos décadas de la llegada del chavismo al gobierno, nos encontramos en una especie de agujero negro social, en el que nadie podrá escapar de él. Podemos hacer el mejor de nuestros esfuerzos y no sentir ningún avance, al igual de quienes tampoco hacen el mínimo esfuerzo, con la diferencia de que solo a algunos se les premia con dadivas. Esta inversión de los valores, en cuanto a lo laboral y al emprendimiento, han logrado que una muy importante masa de trabajo calificado, haya huido del país. Sería como imaginarnos ante una mujer muy bella (Venezuela), con unos ojos hermosos, tan solo comparables con la Nebulosa del Cangrejo en la constelación de Tauro y con unos labios gruesos que ni en Hollywood pudieras encontrar y tener que correr de su presencia. Eso mismo deben sentir nuestros jóvenes, al momento de abandonar su Patria.
Total, hoy tenemos una gran parte de la población, que se acostumbró a vivir de la matraca, de la viveza criolla, del trueque, de la trampa, del contrabando, del robo de lo ajeno, del chanchullo, de la maraña, de lo ilegal y, que lo peor, es que les agrada su nueva forma de vida. Esos valores están siendo inculcados por la sociedad a nuestros hijos. Cómo esconderlos en una caja de cristal? Cómo no permitir su contacto con este virus? Cómo orientar su conducta, si el modelo instaurado lo exhibe por doquier? Difícil tarea para los padres, más aún cuando ellos mismos se han dejado permear por el status quo.
No puedo criticar a quienes se fueron. Sin ánimo de caer en una diatriba de patriotismo, creo que tomaron la mejor decisión. Qué hacer en un desierto sin agua, en una mesa sin alimentos, en una conversación sin participantes? Considero que las cartas están echadas y las soluciones son escasas.
Aguas abajo, no solo tenemos el problema político y económico, tenemos la peor crisis que a un pueblo le pueda ocurrir, hay una pérdida de los valores, de los principios y un crecimiento exponencial de los ilícitos en el país, aunado a la alta impunidad. En poco, veremos a grupos extremistas de la población, acaparando el sistema de seguridad y convirtiéndose en un neo paramilitarismo autorizado y auspiciado desde las altas esferas del gobierno, pero como la frase “perdimos la capacidad de asombro”, ya le hemos sacado el jugo, tan solo permaneceremos observando sin ver.
Si la política no cambia y con ella quienes convergen en sus deseos de poder, Venezuela rebasará, y a gran velocidad, a países como Burundi, Sudán del Sur y Gambia en el Continente Africano y que no se crea que tan solo con cambiar de modelo, saldremos de este cáncer. Será mucho la quimio y la radioterapia que habrá que medicar a nuestro maltratado pueblo.
Yo permaneceré fiel a mis principios, seguiré en la lucha y mientras esto tome un rumbo definido y de Libertad, seguiré conquistando a esa bella mujer de ojos hermosos y labios gruesos, llamada Venezuela.
Vicente Colmenares Tovar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LA PÁGINA AZUL
La página azul, en mi concepto, acabó o al menos redujo en una significativa cantidad, a la mujer empoderada, aquella que era capaz de su so...
-
Los años sesenta y setenta representaron el nacimiento de un nuevo género musical, el cual llegó a todos los rincones del planeta, Asia, ...
-
El Libro de la Salsa Con toda seguridad, a mis 56 años de edad, puedo hablar libremente, acertadamente e inteligentemente, de mis gust...
-
La página azul, en mi concepto, acabó o al menos redujo en una significativa cantidad, a la mujer empoderada, aquella que era capaz de su so...
No hay comentarios:
Publicar un comentario