domingo, 23 de junio de 2019

INDEPENDENCIA DE MIERDA

La Venezuela del 2019
En un taller de oratoria que hice hace algunos años, nuestro facilitador, el Capitán de Navío Bernardo Jurado Toro, nos hablaba de las técnicas para ganar la atención del auditorio, escenario o audiencia. ¡Zapateen duro al piso!, ¡peguen un grito!, ¡hagan un chiste!, o ¡comiencen con una introducción que alarme al público y seguidamente hagan la salvedad!.
Hablar de la Independencia de Venezuela, nunca será llover sobre mojado, muchos notables han hablado y han escrito, y esa Independencia, la firmada el 5 de julio de 1.811, la luchada en el Campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, la sellada en el Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1.823, ya fue ganada, ya fue elogiada y permaneció con nosotros durante mucho tiempo. Fue ejemplo y madre de seis Naciones, incluida Panamá, que para aquel entonces dependía de suelo colombiano. 
Mi título versa sobre la nueva Independencia y hoy en vísperas de un aniversario más de la Batalla de Carabobo y día del Ejercito Venezolano (forjador de libertades), siento la necesidad y casi que la obligación de abordar este tema. No me obliga la historia y los matices que cada autor le quiera dar o el color purpura que el chavismo quiera ponerle, me preocupa el presente, nuestras necesidades, carencias, dolores, pesares, nuestra Venezuela hoy y nuestro legado al mañana.
El panorama social que se vive y se sufre hoy día en todas las calles de nuestra extensa Venezuela y ahora exportada al mundo con sus mismas vivencias y sufrimientos, es una compleja mezcla de ansias de poder, malas políticas en democracia, peores políticas en Dictadura, unida a la más sorprendente red de corrupción y drogas que alguien pudo imaginar en el pasado. Pero desgraciadamente también pasa por el análisis de una sociedad desorganizada, desunida, temerosa, despreocupada y sobre todo desmotivada.
No somos ni la sombra de nuestros héroes
La corrupción como fuente contaminante de la sociedad a todo nivel, es y será el virus que afecta a todo sistema político-social. En nuestra sociedad, la falsa creencia de que la malicia indígena es la causa de nuestra viveza y que con ello estamos genéticamente influenciados, es solo un argumento carente de seriedad, pero válido para los fines de la política. Es así, como un líder político de derecha puede pactar, negociar, percibir beneficios del gobierno, en cualquiera de sus modalidades y no sentir ningún remordimiento; es así como un grupo de activistas de cualquier tolda, llaman a no participar, a no reconocer, a sabotear las decisiones ganadas en mayoría y a esto le llaman pluralidad; es así como la noche es buena y el día es malo, en cierto momento y al poco tiempo declaran lo contrario, por mera conveniencia. Posiblemente los menos capacitados políticamente, no perciban la realidad o su percepción los lleve a la incredulidad, pero muchos se alejan de estas conductas insanas y paulatinamente los afectados somos todos al no existir credibilidad y principios rectores guías de quienes llevan la batuta.
Si la FAN está contaminada y putrefacta en toda su estructura, si el compromiso político no existe en un amplio espectro de Unidad, si la sociedad es incrédula o apática. Cuál es la opción que nos queda como ciudadanos dignos?
En un excelente taller dictado por el Abg. Mauricio Pernía, Coordinador de Transparencia Venezuela, Capítulo Táchira, sobre Gobierno Abierto, nos decía que el 40% de los venezolanos está pensando en emigrar. Temerario o irresponsable sería en hacer coincidir ambos datos: Dignidad con migración, pero definitivamente que cada día tenemos menos espacios, menos posibilidades y menos calidad de vida, por lo que huir del país es un recurso que no debemos apartar de nuestras opciones. Pero como el título de la publicación es contrario al de lo descrito, entonces debemos ubicar otra u otras respuestas acordes con el mismo. La coherencia entre lo pensado, lo soñado, lo necesitado y las acciones emprendidas, son la clave del éxito, al menos teóricamente hacia allá se debe apuntar. Si no contamos con la Fuerza Armada, al menos en su estructura decisoria; sino contamos con líderes políticos suficientemente serios y acá no hablo de uno o pocos a nivel nacional, hablo de un engranaje que aglutine a muchos (muchísimos) en función de una sola visión y un solo objetivo; sino contamos con una sociedad crédula y activa; es hora de recomponer el entuerto, de aplicar la reingeniería, de reinventarnos, de asumir compromisos, de convencer a la gente, de tocar las puertas de todo el país, de crear una marejada con fuertes vientos, vientos de libertad, vientos de cambio y eso nos llevará irremediable e indiscutiblemente a las puertas de una Primavera Latina, la cual ha tenido miles de motivos para detonarse, entre los cuales Franklin Brito, Jorge Tortoza, Neomar Lander, David José Vallenilla, Óscar Pérez y tantos otros que ofrendaron sus vidas por la Libertad y la Democracia, pero que fatídicamente han sido "la novedad" pero no el explosivo de inicio y aún habiendo logrado la ignición, han sido muchas las voces de nuestra misma acera, las encargadas de acallar el grito de Libertad, de Independencia.
Arriba Dubai y Tokio; Abajo New York y Caracas.
Si nuestra visión social de la política y con ella la visión país, no se expande y logramos engranarnos como sociedad, es hora de aplicar aquello de que "El último que apague la luz y cierre la puerta". No estamos hablando de un grupo, los beneficiados somos todos o paradójicamente, los jodidos igual seremos todos. Hay muchas maneras de vivir, en este caso particular solo exhibo dos: Libertad o Dictadura. Modelos yustapuestos pero diametralmente antagónicos y somos los venezolanos, con criterio, con conciencia, con valores, quienes debemos dar el primer paso o hacer del país una INDEPENDENCIA DE MIERDA.

Vicente Colmenares Tovar
V-7.661.177

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LAS REMESAS ROJAS

  Un dinero con poco esfuerzo     Hace algunos años, quizá más de los que estoy dispuesto a aceptar, Venezuela entera madrugaba. A las 4 am ...