sábado, 8 de junio de 2019
¿Quiénes somos?, ¿Qué queremos?
Si de algo podemos jactarnos muchos, es que en el 2017 participamos en marchas, plantones, trancazos y cuanta convocatoria se realizara en contra del gobierno, durante más de 100 días que duró la protesta legítima contra la Dictadura en Venezuela. No por eso somos más venezolano que ningún otro, cada quien tiene sus razones, sus vivencias, sus creencias y convicciones, su forma de protestar y no debemos criticar. Lo que si se puede asegurar, es que estos gritos con los que titulo el presente escrito, son y serán la referencia que nos quedó de esas excelentes actividades. Hoy, pareciera que ya es historia y que no está en la intención política, revivir ese espíritu de lucha, al menos hasta que se haya agotado el camino electoral.
El camino electoral. Quisiera evadir el compromiso de escribir sobre esto, pero ya me acostumbré a dejar por escrito mi opinión y ella me servirá para sentarme junto a mis nietos y describirles lo vivido en estos tiempos de Dictadura.
En mi criterio, el camino electoral es el camino de la democracia, el camino del juego “limpio” y en igualdad de condiciones, es a lo que estamos acostumbrados los venezolanos, es la paz y es la alternabilidad del poder.
Ahora bien. ¿Una Dictadura persigue la paz, la igualdad de condiciones, el juego limpio, la democracia, la alternabilidad? Considero que antes de la receta, debemos establecer el diagnóstico. Venezuela no está ingresando a una Dictadura, ni ella se está consolidando en estos tiempos. La actual Dictadura en el país, hace años que se comenzó a fraguar y muchos actores políticos lo advirtieron y así la denominaron. Hoy en día solo la quieren maquillar con los pinceles de la democracia y venderla como tal, pero ante los ojos del mundo estamos inmersos en una Dictadura que nos ha llevado a una enorme crisis política, económica y social, de la cual debemos desprendernos cuanto antes. Todo apunta a que los males que hoy nos aquejan, no son la consecuencia de malas políticas públicas, sino un resultado calculado y promovido desde el gobierno, para instalar su modelo político.
La instalación de una Asamblea Nacional Constituyente, en medio de la crisis, tuvo muchas lecturas y creo que la correcta fue la que menos se esperó. Desde negociaciones, pasando por renuncia, gobierno de transición, entre otras, pero con menos análisis su instalación y con esta la caída del sistema Republicano en Venezuela. No porque se haya instalado, no porque lo puedan hacer, sino porque estamos en Dictadura e interpretan la Constitución a su favor y beneficio. He leído el artículo 349 de la CRBV en muchas oportunidades y solo expresa que “los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente”, no que ellos serán un Supra Poder por encima de los otros o que podrán reestructurar el Estado según su criterio. Siendo así, estaríamos ante un Poder por sobre el del propio pueblo. El espíritu de la Ley solo quiso impedir el bloqueo de decisiones, sobre materias que serían consagradas en la nueva carta magna, la cual por su “carácter democrático”, debiera ser aprobada en elección universal, directa y secreta.
Ahora bien. Existen varios grupos y cada uno se apoya en versiones muy disimiles entre ellas. Por un lado están los partidos políticos que convocan a la inscripción para elecciones regionales, como el único medio para salir de la Dictadura, sin ceder espacios; los partidos políticos que convocan a la inscripción de candidatos como estrategia, pero sin abandonar la calle, ya que entienden que esa no será la salida de este régimen; Los partidos políticos que se han retirado de la MUD, por considerar que no son las regionales el camino; la resistencia que considera que solo la confrontación directa contra la Dictadura, la hará claudicar; los que consideran que la presión internacional producirá la ruptura de la Dictadura; quienes consideran como única salida una invasión militar extranjera; y quienes sencillamente no ven solución y deciden emigrar. Todas pudieran tener lógica, pero “en un tablero de ajedrez en el que se está jugando ajiley”, nada tiene lógica y estamos a la merced de verdaderos tahúres, quienes por desgracia cohabitan en el tablero.
En tanto, el Defensor del Pueblo ahora acusa y defiende al pueblo; para ser candidato hay que tener la bendición de la ANC; la comisión de la verdad solo servirá para enjuiciar y encarcelar a los líderes de oposición, comenzando por esa camada de jóvenes Diputados; continuará la cacería de los Alcaldes de oposición; prohibirán las protestas y ya no hará falta enfriar la calle, porque de eso ya se encargaron otros.
Escuché: “la oposición no la tiene fácil”, pues a veces creo que cuando la ha tenido “bombita”, le ha hecho mal swing a propósito. En lo personal parto de un principio. “No nos van a regalar nada y harán hasta lo imposible por perpetuarse en el poder”. En estos tiempos en donde pareciera que trascender está, en la escala de valores, muy por debajo de disfrutar el momento, sus placeres y las riquezas, la única opción es arriesgar y lograr restablecer las normas mínimas de convivencia, hasta que el tiempo y nuevos líderes enrumben nuestro país hacia el sueño común, “LA LIBERTAD Y EL DESARROLLO”.
En algún momento será la hora del pueblo y solo imploro, para que todo esto nos haya dado una buena bofetada y estemos preparados y con la lección aprendida, para hacerle frente.
Quizá en alguna época, en algún lugar, en otro contexto, las Dictaduras han cedido. Les recuerdo que esto no es una Dictadura convencional, aquí no estamos jugando a la doctrina que impondrá el modelo de gobierno a futuro, ni a los líderes que guiarán a la Nación. Aquí estamos frente a un grupo de personas que tienen dos opciones: se inmortabilizan en el poder o van directo a cárceles internacionales. No creo en salidas democráticas, es más, con lo vivido no creo ya en algunos líderes democráticos. Pudiera mencionar un nombre en positivo, pero hasta en eso se duda y ante la duda solo me queda la Fe. Por el amor a Venezuela, seguiré orando y seguiré luchando para salir de este mal. Dios le de entendimiento a muchos para que la unión haga la fuerza. Porque solo así podremos gritar “VENEZUELA”, “LIBERTAD”.
Vicente Colmenares.
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