Hoy, durante algunas compras por mi pueblo, me he topado con mi viejo amigo Rodrigo, prefiero omitir su identidad total, porque al final este escrito solo trata el fondo y no los personajes. Una conversación rápida, amena, pero política en su esencia de principio a fin. Analizábamos la situación actual y el inmenso daño causado y que se sigue causando al país, mientras mantengamos a esta Dictadura en el poder.
Le comentaba a Rodrigo que solo veo dos salidas y una ya pareciera lejana. La primera, me refiero a la lejana, se trataría de una intervención militar extranjera. Ese despliegue militar naval, en el Mar Caribe y el Océano Pacífico, daba la impresión de ser la actividad previa para ejecutar una acción armada en contra de este gobierno de facto y de esta manera reorganizar el camino electoral y que fuese el pueblo, quien decida su futuro. Pero con los problemas de Coronavirus, del desgaste económico mundial, las nuevas estrategias que debe implementar Estados Unidos para su reactivación económica y retomar el liderazgo mundial en ese ámbito, sumándole la cadena de eventos geopolíticos que acarrearía la misma, se me hace un tanto difícil, más no imposible, que tal acción se lleve a cabo, al menos en el corto tiempo, este año para ser más exacto.
La segunda, esa a la que muchos (más de los que el lector cree) apuestan, se trataría de un grupo en armas, nacido de la misma sociedad civil, identificado con la necesidad de desplazar a ambos bandos en disputa del país y lograr la verdadera transición hacia el progreso. Le decía que esta segunda salida tenía dos grandes enemigos, el primero los infiltrados, vendidos, fariseos, doble moral, aquellos que están esperando que alguien opere en contra de la Dictadura, para salir corriendo a ganar prebendas, a costa de la destrucción de su país, que en cada reunión a la que se convoque, la mitad lo hace para chisme y algunos otros para sapos y que desgraciadamente ninguna persona en su sano juicio actuaría de manera grupal en un escenario parecido; el segundo enemigo lo representaba la cobardía, aquellos que invitan a participar y son los primeros en meterse debajo de la cama y peor aún, aquellos que nunca han manejado y menos madurado, la intención de participar en una verdadera revuelta que le devuelva el control al país y nuestro ingreso definitivo al milenio del desarrollo.
Rodrigo, totalmente de acuerdo con lo expresado, me refirió una frase, que deja al descubierto a muchos y que inmediatamente quise dejar escrita:
"Animémonos y Vayan".
Hay una frase de otro gran amigo y hermano, que dice "es muy fácil matar erizos, con las bolas de otros". Animar a los demás para que pongan los testículos, no es moralmente aceptable en estos tiempos. Nos hace falta la convicción general, de que existe una imperiosa necesidad de salir de esta crisis y que la única y verdadera salida, solo será posible con la unión de todos. No es viveza ni ventajismo quedarse en casa sin hacer nada, es una necesidad colectiva que cada día es más grande.
Si mi análisis político es propicio, nadie saldrá ante una convocatoria de cacerolazo, marcha, guarimba o mitin político. La única ruta es salir a pelear el todo o el nada.
Vicente Colmenares Tovar
7.661.177
Siempre me ha molestado esa gente que no se compromete pero espera que los demás lo hagamos por ellos. Recuerdo una vecina que nos decía que teníamos que ir a marchar pero ella jamás iba pprque todas las hijas son militares. Esa gente me da pena ajena, siempre vendiendo la conciencia por un crédito, divisas, comida, clap. Se venden muy barato ahhh pero eso sí con la esperanza de que esto caiga y que sean los demás los que vayan a poner el pellejo. Todo el mundo sabe que para salir de esto tienen que haber muertos pero nadie quiere morir. Como dices, animemonos y vayan.
ResponderEliminarEstimado Vicente,
ResponderEliminarLa frase de Rodrigo y del hermano y amigo que refieres, describe a la perfección - desde mi particular vision - Nuestros últimos años de política opositora, todos los “mesías” de los últimos años nos han pedido marchar, cacerolear, guarimbear y hasta bailar salsa.. “Animémonos y vayan”; “pongan sus gonadas en el yunque” (maten erizos con sus bolas, nunca con las mias) pareciera salir de la boca de políticos que nos orientan y guían desde otro país, o desde una Embajada... Así han pasado años queriendo matar erizos (realmente querían matar erizos o nos querían hacer creer eso?); los Oscar Perez, Acosta Arevalo, Caguaripanos, y mas recientemente los “Gedeon” representan a los q van aupados por el anímense, son ellos los testículos y el régimen inefable, innombrable y nefasto se convierten en el erizo q destroza las gonadas... Y así seguirán los “mesías”, ya posiblemente no será Leopoldo, Henrique ni Guaido, pero las opciones sobran, siempre y cuando exista poder y dinero de por medio... Y mientras tanto en Narnia, seguirán una que otra gonada tratando de acabar con los erizos, seguiran los “anímense” viendo los toros desde la barrera, posiblemente mientras liban un buen trago de escocés...
No joda, se cansa uno.
"Lo publico a nombre de mi amigo y hermano, Luis Muñoz Machado, quien sigue con problemas para publicar desde su Google.